Edward Scicluna es el Ministro de Finanzas de Malta. El estado angloparlante, enclavado en el mismo centro del Mediterráneo, ha potenciado sus relaciones con la Europa continental en la misma medida en que su conexión tradicional con el Reino Unido se ha ido desacelerando. Scicluna es claro. “Los contactos con Alemania, Francia e Italia se han reforzado de manera especial, y algo similar ocurre con España, que fue, es y será un socio muy válido para Malta, aunque esa sociedad aún no se haya explotado al máximo. Somos fuertes en el sector de las manufacturas, y también destacamos en servicios financieros, turismo, juego… debemos mirar hacia el futuro y aprovechar el potencial existente en esa sociedad; creo que las empresas españolas descubrirán en Malta a un centro de negocios regional, a pesar de nuestro pequeño tamaño. Además, mantenemos numerosos acuerdos bilaterales para evitar la doble carga impositiva y la evasión fiscal”. España es uno de los países con reciprocidad en este sentido. Scicluna cree que España y Malta pueden sacar mucho rendimiento de sus respectivas potencialidades. “En el éxito de cada iniciativa hay dos facetas; una es la técnica, la científica, algo en lo que España es fuerte, y el reto es trasladar esa fortaleza a una iniciativa de negocio, que debe financiarse. Por otro lado, hace falta un marco legal adecuado a la apuesta tecnológica; ahí es donde Malta tiene mucho que ofrecer”.
Tierra de oportunidades
La embajadora de España en Malta, Consuelo Femenía, cataloga de ‘creciente’ la relación entre los dos países. “Malta es un destino de estudiantes de inglés, cruceristas… reúne patrimonio, playa y es un destino muy bonito para unas vacaciones, cercano a la península. Hay margen para los sectores relacionados con el turismo, hostelería, importación de vinos y alimentos españoles, construcción, energía verde, tránsito al transporte eléctrico, paneles solares o gestión de residuos; me gustaría invitar a las empresas que crean que pueden tener áreas de negocio en Malta a hacer una prospección desde la Emabajda, desde la Oficina comercial que está en Roma y cubre Malta. También a bufetes de abogados, empresas que tengan que ver con tráfico marino mercante o compañías de seguros”.
Desde los diversos estamentos locales
Karl Azzopardi es el director de la entidad gubernamental Malta Industrial Parks. En una mirada al pasado reciente, Azzopardi habla de ‘boom’ en su sector. “Hemos registrado un incremento constante y sostenido de em-presas establecidas en nuestras instalaciones, que actualmente están al 95% de capacidad ocupada. El reto es conseguir más espacio; vamos de la manufactura a la aviación o las empresas tecnológicas, como si fuera una reacción en cadena. Ofrecemos apoyo a los inversores y, al mismo tiempo, nos aseguremos de que las apuestas sean sostenibles; el reto es la relación con el cliente, ser proactivos e intervenir en la resolución de cualquier dificultad al momento. Creo que Malta ha hecho bien las cosas; damos la talla y siem-pre estamos enfocados en la innovación, en el apoyo a ideas originales que puedan materializarse y beneficiar a nuestra economía. Un sector bastante novedoso en el que estamos profundizando es la inteligencia artificial: tenemos un proyecto piloto en Gozo, con un espacio designado para recibir empresas de este segmento que abrirá en noviembre. Ya hay dos proyectos elegibles. En temas de infraestructura, buscamos la expansión de nuestra red de carreteras con un presupuesto de 100 millones de euros, y trabajamos en nuevos sistemas de transporte público. Queremos trabajar con grandes compañías de las que podamos aprender, y que hayan operado en Europa continental”. Los cambios estructurales en Malta llevan la escarapela de la pro-actividad en las últimas décadas. Kenneth Farrugia es el director de Finance Malta, entidad nacida en 2007 que une a gobierno e industria locales, y ejerce de promotora de Malta en el exterior como un centro financiero idóneo. “El gran cambio llegó en 1994, al pasar de la condición de economía ‘offshore’ a la de ‘onshore’. El gobierno decidió acometer la integración en la Unión Europea, lo que trajo cambios obligatorios en el marco legal y regulatorio. Desde Finance Malta, donde contamos con 350 miembros, coordinamos iniciativas en mercados clave, desde Europa a Emiratos Árabes o Estados Unidos y el Golfo; también organizamos una gran conferencia anual centrada en los servicios financieros. Hemos sido el primer país del mundo en crear un marco legal y regulatorio para el ‘blockchain’ y los valores financieros virtuales”. Como máximo responsable de Jobsplus, el servicio público de empleo en Malta que ayuda a las empresas instaladas en el país a atraer capital humano procedente del extranjero, Clyde Caruana describe la situación local del sector como un marco de oportunidades. “Nuestro crecimiento económico real se cifra en el 6%, y subirá nuevamente otro 5% el año que viene, un dato que supondrá la necesidad de tener más trabajadores. La población maltesa tiende actualmente al envejecimiento, y nuestra tasa de empleo local se halla estabilizada, por lo que necesitamos importar trabajadores. Atraemos negocios en el área de la aplicación tecnológica al entorno financiero, la inteligencia artificial y el juego; eso requiere fuerza laboral especializada”. El empleo es un activo de capital importancia. El director de Malta Enterprise, William Wait, recalca que en Malta prácticamente hay pleno empleo y que España es el sexto país en importancia dentro del mercado maltés. “Como parte del gobierno y como persona, me preocupa que cualquiera esté desempleado; aquí el 30% de la fuerza laboral es extranjera, la mayoría de la Unión Europea. Ahora mismo hay 1.300 españoles trabajando en Malta, el doble que en 2014, y vienen con sus familias; además, 100.000 españoles visitaron Malta el último año, un 31% más que en años anteriores, y aunque vienen por cosas que ya tienen en España, como el sol y el mar, siguen encontrando alicientes en nuestro país. Y lo mismo nos pasa a nosotros”.
Gozo: una gema emergente
La segunda isla más grande de Malta está “diversificando, inyectando fondos en varios sectores y creando oportuni-dades”, explica Justyne Caruana, ministra de Gozo. En 2018 destacó como parte clave en el desarrollo del PIB del país, cuando anteriormente era más un receptor que un contribuyente. La mayor fortaleza de Gozo es el turismo: “En 2018, nuestro servicio de ferry transportó a 6 millones de personas”. “Gozo es rico en cultura, talento, naturaleza, historia y eventos destacados mundialmente. Ofrece experiencias únicas”. Se trata de una isla reconocida internacionalmente por su ecologismo, con estrategias exitosas de sostenibilidad del medio ambiente y de reducción de emisiones de carbono; Gozo pro-mueve la energía solar, recupera sus valles rurales y habilita cada vez más playas de bandera azul, además de mejorar sus localizaciones de buceo, las segundas más cotizadas del mundo. Además del turismo, Gozo diversifica la apuesta en industrias de valor añadido y tecnología, y ha promovido puestos de tra-bajo de calidad para su población. “Esto conlleva una inversión en infraestructura y conectividad”, aclara Caruana. “Estamos invirtiendo en un servicio de ferry rápido. El gobierno también está en el proceso de promover un concurso público para la construcción de un túnel que una las islas de Malta y Gozo”. Además de estos proyectos, Caruana aclara que se está empezando a trabajar en un segundo cable de fibra óptica. “Con esta conectividad atraemos a grades firmas como Google y su socio Noovle”. Muchas de esas firmas se establecen en el parque industrial de Gozo, que ha sido renovado para incluir un centro de investigación. El Ministerio de Gozo es una parada única para inversores y está ávido de recibirlos, especialmente a los españoles; los recién llegados ofrecen a Gozo herramientas de las que se carece en la isla, aunque Caruana aclara que la forma de hacer negocios es la de siempre. “El tiempo es dinero y aquí siempre estamos dispuestos a reunirnos con quien venga, hablar y ayudar a que las gestiones lleguen a buen puerto”.
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